Binissalem - Alaró por el Camí Romà

En esta ruta, que llevaremos a cabo el domingo día 30, recorreremos las pequeñas sierras y valles  del Raiguer que se extienden  justo en las faldas de la Serra de Tramuntana. Campos con cereales y olivos que combinan con pequeños bosques que antiguamente utilizaban para la producción de carbón, extracción de leña y producción de cal.

El punto de inicio de la ruta lo ubicamos en la estación del tren de Binissalem, donde arranca el viejo y tradicional camino de Can Arabí, perpendicular al monte de Bellveure y atravesado por el bello y antiquísimo camino del Raiguer.

Desde la misma estación nos dirigimos al camino de Can Arabí. Cruzamos las vías por un paso a nivel y empezamos a dar pasos entre las últimas casas del pueblo, que progresivamente dejamos atrás.

Pronto llegaremos a Can Arabí. Dejamos a la derecha el camino que subiría al Mirador de Sa Panada y seguiremos recto ya por un camino más de montaña hasta llegar a Coll d’en Simonet. A partir de aquí, las vistas ya serán hacia tierras Alaroneras.

Pasaremos por delante de las casas de Son Llabià y seguiremos todo recto hasta la carretera (Ma-2110) que une Alaró y Lloseta por el Coll de Tofla.

Después de girar un par de veces siempre hacia la izquierda veremos las casas de Son Fortesa, en el lado derecho.

Continuaremos ahora en dirección Consell y giraremos a la izquierda por el camino de Bànyols, sin asfaltar. El camino pasa por delante de las casas y gira hacia levante, vamos cerrando circuito entre las pendientes del monte de Bellveure, a la izquierda, y el monte de Can Cabrit, a la derecha.

Alcanzaremos una especie de collado, a la izquierda veremos las casas de Can Moranta, y, delante, el tramo más espectacular del camino de Bànyols, llamado popularmente el Camí Romà, debido al magnífico empedrado que conserva.

A medida que vamos descendiendo el adoquinado desaparece hasta desembocar en el camino del Raiguer. Giraremos a la izquierda y recorremos uno de los caminos rurales más bellos de la comarca, ya bien documentado en la Edad Media. En una doble curva del camino, encontramos las casas de Can Cabrit. Se trata de un conjunto de tres posesiones conocidas como la Torre de Can Moranta –con torre de defensa y doble hilera de tejas pintadas en el voladizo de la casa–, Can Cabrit y Can Ximarró. De origen medieval, las tres conformaban una especie de alquería y una caballería, de los Bestard de la Torre.

Finalmente, al llegar al cruce de Can Arabí, giraremos a la derecha en dirección a la estación del tren de Binissalem, donde terminaremos nuestra caminata.